miércoles, 14 de octubre de 2009

¿me calentas el helado?.

FX Personajes Diálogos
Off Hoy en día pensar en enfrentarse a las gélidas temperaturas de un postre o de un tentempié, lo pondría a uno en el lado de los que han perdido la cordura. Pero sin embargo, esta opción se encuentra a nuestro alcance. ¿De que le hablo?, de las heladerías señores... si, aunque no lo crean, somos capaces de disfrutar este retazo de la era glaciar, con solo caminar por la peatonal o si la fiaca es muy grande, seguro tenemos un 0-800 a nuestra disposición que nos traerá a nuestra casa lo que considero un reto a la salud y a la física, acompañado por supuesto de un cadete, que vendrá emponchado hasta las orejas, pero con una sonrisa afable que denota que está conciente de nuestra descabellada idea. Pues bien, esta es una en una heladería en la capital entrerriana.
Josefina “El polo está que arde”, buenas noches, si señor...bueno el kilo cuesta $45, pero es artesanal, si señor, garantía de confianza o le regalamos otro kilo. Bueno deme la dirección. Aja... en 20 minutos estará por allá su pedido. Buenas noches señor.
Cliente 1 Buenas noches.
Josefina Buenas noches señor, bienvenido a "el polo está que arde”, ¿en qué lo podemos ayudar?
Cliente 1 ¿Eh? ¡Ah! Sí, deme un kilo de pan y un paquete de salchichas.
Josefina ¡Pero señor esto es una heladería!
Cliente 1 Y bueno, en que me va a ayudar, helado quiero.
Josefina ¡Ah! Ja ja ja,... Gil de cuarta. ¿Que es lo que quiere llevar?
Cliente 1 Decime, ¿cuanto esta el balde de 15 kilos que promocionan en la cartelera de entrada?
Josefina ¡Ah! Usted se refiere al Everest Dorado. Esos son 15 kilos de placer. Una base de mazapán rebozados en wisky anejo escocés, como segunda capa tiene un colchón de frutillas de corondas, seleccionadas, peladas y desemilladas. Y así se repiten los 32 pisos que lo componen, hasta la cima donde está decorado con 2 litros de almíbar del azúcar extraída de los sauces llorones costeros. Son 15 kilos de destrucción dental y hepática ¡GARANTIZADOS!, cuesta $ 545 pesos.
Cliente 1 ¡A la perinola! Es demasiado, para mi solo. Mejor, dígame cuanto cuesta el de 5 kilos.
Josefina El Aconcagua Placentero, cuesta $198.95 pesos, y le garantizamos 45 nidos de halcones albinos, de chocolates, que recorren la cima hasta la base. Una delicia que seguro le hará pasar la mas nirvanescas de las experiencias.
Cliente 1 ¡Uh! Che, ¿qué pasa con los precios?. Es muy caro. ¿Decime cuanto cuesta el kilo?
Josefina Usted se refiere al “lomas del mirador de azúcar”, señor este helado le hará pasar la más platónicas de las vivencias. Podrá recorrer sus 25 centímetros en cuestión de minutos, mientras baila en una danza Orgaz-mica, que lo potenciara hasta sentir que no está solo en el universo. Y encontrara en él, respuestas a las preguntas que todos se hacen, tales como: ¿quiénes somos?, Y ¿ qué hacemos en esta tierra?. Cuestan $ 45 pesos.
Cliente 1 ¡Abrite tierra y trágame!, Pero decime una cosa, ¿querés que presente quiebra una vez que salga de esta heladería?, ¿ A quien se le ocurre poner semejante precios?
Josefina Al dueño señor, pero si quiere algo más económico, puedo ofrecerles estos que están aquí señor. Mire usted y elija.
Cliente 1 A ver... mmm, ese que está ahí, ¿cuanto cuesta?
Josefina Esa es una torta helada, cuesta $85 pesos.
Cliente ¿Y no tiene publicidad esta?
Josefina {totalmente desganada} Si señor, con esta torta va a sentir que el mundo se detiene y todo lo demás...
Cliente 1 ¡Aja! Che me das un conito de tres pesos...
Josefina Muy bien señor, ¿qué gusto prefiere?
Cliente 1 Y bueno, decime que tenes...
Josefina Limón y vainilla.
Cliente 1 Ok, damelo.
Off En ese momento josefina, tal es el nombre de la chica que atiende, refriega su mano totalmente desnuda sobre su nariz congestionada, luego toma una vaso de plástico que hasta hace poco fue usado de mate improvisado, lo enjuaga muy superficialmente. Para posteriormente meter la mano, sin guante alguno, dentro del tacho de helados. Sirve una buena porción en el vasito y se lo entrega al cliente, acompañado de la siguiente frase:
Josefina ¡Que lo disfrute señor!
Cliente 1 ¡Uh! ¡Si que es artesanal! Mmm ¡que rico! Toma cóbrate. Chau hasta luego.
Cliente 2 Buenas, dame helado, ¡que no quiero vivir mas!
Josefina Buenas noches, bienvenido a “el polo está que arde”, su heladería... ¿cual prefiere para llevar a cabo su cometido?
Cliente 2 Dame el mas barato, pero que sean 50 kilos, no quiero vivir mas...
Josefina Esta bien, ¿el señor desea que su deceso sea doloroso, ó por el contrario, prefiere partir con una sonrisa en los labios?
Cliente 2 ¿Cual es la diferencia?
Josefina ¡ah! ¡Muchísimas! Vera usted, tenemos en la primera opción al helado de sambayon , cubierto de un poderoso laxante y una cobertura que mezcla los mas potentes agentes constipantes.
Cliente 2 ¡Aja!
Josefina Pues bien, una vez ingerido dicho cóctel, comenzara a sentir unos retorcijones que lo obligaran a apurar su paso hacia el baño, pero una vez allí, notara usted que nada sale. Es en este punto donde se da cuenta que el abdomen comienza a inflamarse incontrolablemente, para luego estallar en un sonido ensordecedor.
Cliente 2 ¡Pero eso duele mucho!
Josefina No se preocupe, que con el helado viene incluido tapones para los oídos...
Cliente 2 No, no, no, ¿cuál es la otra opción?
Josefina En la segunda opción usted podrá disfrutar de la increíble sensación que solo dejan los barbitúricos en el paladar.
Cliente 2 ¡aja! ¿Pero como es la cosa?
Josefina Es rápido, sencillo y prácticamente indoloro.
Cliente 2 ¿cómo que prácticamente?, ¿me dijo antes que no había dolor?
Josefina Bueno, es un poquito nomás. Después de todo el fin es el mismo. Usted tiene que ingerirlo y después de algunas convulsiones eléctricas, algún que otro derrame de fluidos corporales, partirá al fin a mejores tierras, debido a que el intestino delgado se le enrolla en la glotis.
Cliente 2 ¡eh! No che, pero eso duele mucho.
Josefina ¿cómo sabe que duele? ¿ya lo probó? Además yo le ofrezco una solución, no me venga con sentimentalismos...
Cliente 2 Bueno, bueno , no me grite que soy muy sensible a los gritos..
Josefina Bueno, decime ¿querés ver a la parca o viniste únicamente a hacerme perder el tiempo?
Cliente 2 Esta bien, me retiro. Pero volveré...
Josefina Pobre Horacio, todos los días con el mismo cuento. Deci que ya lo conozco. Que si no...

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